Hace unos días tuvimos el agrado de recibir en Santiago de Chile desde Zúrich, Suiza al Pastor Werner Kniesel quien es una autoridad espiritual para el continente Europeo en las últimas décadas. ​

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Nacido en la antigua Yugoslavia tuvo que abandonar su país junto a sus padres y hermanos siendo un niño hacia el final de la Segunda Guerra Mundial.

Naciones como Austria, Canadá, Alemania, Argentina y Suiza son fieles testigos de su desarrollo como individuo y también como pastor desde su juventud.

 

Después de haber vivido los primeros años de su vida en Yugoslavia, fue refugiado en Austria junto a su familia paterna, poco tiempo después emigró a Canadá donde estudió secularmente para luego regresar a Europa, pero esta vez  Alemania le recibiría, donde estudió y se graduó en el Seminario. Inmediatamente después, inició muy joven su ministerio en Europa. Luego de su matrimonio junto a su esposa Heidi comenzó su ministerio pastoral en Argentina como respuesta al llamado del Señor que guardaba en su corazón, desde su adolescencia, cuando aún vivía con sus padres en Canadá.

 

En Argentina nacieron sus tres hijos, permaneció en esta nación durante 15 años, experimentó el nacimiento de la Visión Celular en su mente y corazón hasta que otra vez las fronteras se abrieron pero esta vez para pastorear durante 24 años la Christliches Zentrum Buchegg en Zürich, Suiza.

 

A su llegada a Zürich trabajó arduamente bajo la guía del Espíritu Santo para transformar una comunidad de apenas 200 discípulos en la primera iglesia celular y una de las más grandes de Suiza.

 

Formador de pastores, autor de cinco libros y propagador en Europa de la visión de la Iglesia Celular, actualmente jubilado de su función como Pastor Principal de Christliches Zentrum Buchegg se dedica a brindar apoyo en el continente europeo a un gran número de pastores que disfrutan de su cuidado y enseñanzas.

 

Para el Ministerio Internacional Gracia y Paz ha sido una tremenda bendición y honor que el pastor Werner haya hecho espacio en su ocupada agenda para venir a entablar una relación amistosa y fraterna con nuestros Apóstoles, sin  ningún tipo de interés personal, dispuesto a mostrarnos la realidad europea y las posibles estrategias que deberíamos tomar para entrar a conquistar esta tierra que clama por pastores conforme al corazón de Dios.

 

Con Pedro mi esposo, conocemos su testimonio hace más de 25 años, somos testigos presenciales del efecto y la permanencia de su ministerio en la ciudad de Zürich, e incluso fuimos bendecidos al inicio de nuestro matrimonio con la voz profética de su boca, que con los años Dios nos usaría en el ministerio pastoral.

 

Independiente de la bendición que significó compartir con alguien de su trayectoria y experiencia adquirida en más de 50 años de ministerio internacional, fue enriquecedor y motivo de inspiración el tiempo compartido con un varón de Dios notoriamente marcado por la sabiduría y humildad, que sólo poseen aquellos que entregan su vida en calidad de siervos, sin exigir derechos ni pedir reconocimientos ni aplausos.  

   

El mismo Señor que le ha placido darnos las naciones, dio la posibilidad a nuestros Apóstoles de entablar este primer contacto con una autoridad espiritual como es el Pastor Werner para la iglesia de Jesucristo en Europa.

 

Estamos agradecidos por esta hermosa oportunidad, oramos y bendecimos la vida, familia y ministerio del Pastor Werner, confiados que nos volveremos a ver en tierras europeas unidos por un fin en común, extender el Reino hasta lo último de la tierra.

 

Pastora Anna María Fagúndez

Concepción, Chile